Si se trata de tomar el control de nuestro dinero y tener unas finanzas saludables, se hace necesario el aprendizaje de nuevas habilidades y hábitos financieros, como ahorrar de manera constante y disciplinada.  Ahora, no se trata solo de ahorrar “en épocas de vacas gordas, para cuando lleguen las vacas flacas”,  lo ideal es que nuestro ahorro tenga un propósito, de esa manera evitaremos caer en la tentación de gastarlo en cualquier capricho que se atraviese.

Hoy comparto contigo los 5 propósitos en los que he utilizado mis ahorros, y que me han encaminado por la vía del bienestar y el progreso constante.

  1. Pagar deudas

Este propósito surgió cuando entendí que, aunque mis ahorros estaban rentando por encima de la inflación, esta rentabilidad era inferior que el interés que yo le pagaba al banco todos los meses por una deuda mala que tenía. Específicamente, mis ahorros me rentaban el 7% E.A. y mi deuda estaba por el orden del 13% E.A. Teniendo en cuenta este desbalance, y al no conocer otras formas con las que me sintiera cómoda para poner a rentar mi dinero, decidí utilizar mis ahorros para pagar esta deuda mala.

Es muy importante resaltar que esta decisión financiera vino acompañada también del firme propósito de recuperar nuevamente mis ahorros ya que, al liberar mi flujo de efectivo, fui reservando todos los meses ese dinero para pagarme a mí misma primero.

Al día de hoy, estoy convencida de que la deuda mala no nos genera nada positivo, por el contrario, casi siempre, viene acompañada de un desequilibrio y desmejora en nuestras finanzas, así como en nuestra vida en general. Entonces, si en este momento cuentas con algunos ahorros y a la vez tienes deudas, sería bueno que hicieras un análisis más profundo de la situación y te enfoques en poner la balanza a tu favor.

2. Comprar vivienda

Mi esposo y yo nos identificamos, ambos practicamos los principios financieros enseñados por Robert Kiyosaki, por lo que tenemos claro que nuestra vivienda no es un activo. No obstante, para nosotros era una meta común tener un lugar donde vivir y dejar de pagar arriendo, así que establecimos un plan de mediano plazo, con el cual enfocamos todos nuestros esfuerzos de ahorro en la consecución de este sueño.

Tener nuestros gastos bajo control, nos permitió asignar a dicho propósito cada ingreso adicional que recibíamos y, en el lapso de tres años, nuestro esfuerzo dio sus frutos, fuimos dueños reales de nuestra vivienda. No tener que pagar arriendo ni cuotas a ningún banco, nos permitió aumentar nuestro porcentaje de ahorro mensual y llenar nuestra bolsa rápidamente.

Al día de hoy, haber tomado esta decisión financiera nos infundió confianza y nos ha animado a seguir avanzando por la vía del bienestar y el progreso.

3. Educación financiera

En palabras de Robert Kiyosaki, la educación financiera se compone de dos partes: la alfabetización financiera, que es la habilidad de leer y entender el lenguaje del dinero, y el IQ financiero, es decir, la capacidad de resolver problemas financieros.

Este propósito marcó un antes y un después en mi vida y la de mi familia. Hace unos años, junto con mi esposo, tomamos la decisión de invertir un porcentaje de nuestros ahorros para educarnos financieramente. Por mi experiencia puedo decirte que la educación financiera abrió nuestra mente a otras posibilidades, nos ayudó a fluir en todos los objetivos que nos hemos propuesto, no sólo en nuestras finanzas, sino en cada aspecto de nuestras vidas. La educación financiera nos brindó los conocimientos y herramientas para desarrollar nuestra inteligencia financiera.

Entender, aprender y lograr el manejo del dinero desde el ser, el hacer y el tener, nos ayudó a romper paradigmas y entender al dinero como una herramienta que bien utilizada nos ayuda en la consecución de nuestras metas no solo de corto, sino de mediano y largo plazo.

Nuestro proceso de educación financiera es constante y continuo. Así mismo, también dedico una parte de mi tiempo a promover proyectos, que, como este canal, tienen el propósito de motivar a las personas para que entiendan la importancia que la educación financiera tiene en la búsqueda de su bienestar y el de sus familias.

Si al día de hoy, no tienes un propósito claro para tus ahorros, el mejor consejo que te puedo dar es que te eduques financieramente, como dicen por ahí: “Si piensas que la educación es cara, prueba con la ignorancia”.

4. Distribuir los ahorros

Este propósito se deriva del anterior, educarnos financieramente nos permitió entender que no debíamos manejar todos los ahorros en una misma bolsa. En  la vida cotidiana estamos expuestos a diferentes situaciones que se pueden presentar, aunque no las tengamos planeadas, o incluso durante los días adquirimos compromisos cuyo cumplimiento nos impone ser previsivos y reservar dinero con antelación.

Cuando tenemos una sola bolsa de ahorro puede pasar por ejemplo, que se tenga que utilizar toda la reserva para alguna eventualidad y cuando llegan oportunidades de inversión, no podamos aprovecharlas por falta de liquidez.

Así las cosas, mi esposo y yo en nuestro presupuesto contemplamos todos los meses las siguientes reservas de dinero:

Fondo de ahorro con fines de inversión

Fondo de emergencia

Fondo de seguridad o desempleo

Fondo de provisiones

Fondo de donaciones o caridad

Estos fondos no los construimos de la noche a la mañana, ha sido un proceso en el que hemos avanzado con trabajo en equipo y agregando tres ingredientes importantes: compromiso, disciplina y perseverancia.

5. Crear activos

Al estar educándonos financieramente, y tener exclusivamente nuestro fondo de ahorros con fines de inversión, expandimos constantemente nuestra mente y estamos siempre en búsqueda de nuevas oportunidades de inversión (en nuestro caso, bienes raíces y negocios) que nos permitan crear activos, que a su vez generen ingresos pasivos.

Ahora bien, en este punto no hay fórmulas mágicas, lo que hacemos es que, basados en los conocimientos que hemos obtenido mediante nuestra educación financiera, vamos poniendo en práctica lo aprendido, siempre empezando en pequeño y con poco dinero. Lo que nos interesa es conocer el proceso, ir ganando experiencia y también algo de dinero el que, por cierto, jamás gastamos, todo va a nuestra bolsa de ahorro con fines de inversión, para ser reinvertido de nuevo, ya sea en el mismo negocio o en otra oportunidad.

Sobre la creación de activos es importante señalarte que me he encontrado dos tipos de personas:

a) Las que piensan que para crear activos se necesita mucho dinero, y entonces menosprecian el potencial que tiene el ahorro,  y b) las que quieren encontrar una inversión que en corto tiempo, y sin esfuerzo, los haga millonarios.

Para los dos casos tengo una sola respuesta: entender el juego del dinero, y encontrar las estrategias para ganarlo, requiere educación financiera, mucha práctica y aprender a disfrutar del proceso.

Sé que cada persona tiene situaciones financieras y de vida muy diferentes, así que estos 5 propósitos solo los comparto, con la idea de inspirarte y que busques, desde tu realidad, (independientemente de la cantidad), la forma de utilizar tus ahorros de la mejor manera posible para encaminarte por la vía del bienestar y progreso.

Te invito a que compartas en los comentarios, en qué otro propósito has utilizado tus ahorros. Con tu experiencia puedes agregar valor e inspirar a otras personas que, como tú, están comprometidas con su bienestar financiero.

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