Eliana Bravo Vesga - El mercado informal de los préstamos

Cuando las personas no tienen acceso a los créditos que otorga el sistema financiero, ya sea porque no tienen historia crediticia o porque entraron en mora y fueron reportados ante las centrales de riesgo,  es común que decidan acudir a buscar ayuda en particulares que ofrecen “préstamos fáciles e inmediatos” pero que, obviamente, no están vigilados ni regulados por ninguna entidad.

Lo que sucede en estos casos es que las personas, cuando utilizan este tipo de crédito, lo hacen con la angustia y la desesperación porque tienen una necesidad apremiante, así que, lo importante para ellas es obtener el dinero que requieren sin darse cuenta, ni analizar, las consecuencias futuras que traerá este tipo de deuda.

Aprovechándose de esta situación los prestamistas inescrupulosos, en la mayoría de los casos, cobran intereses del 2% diario, mientras que la tasa de usura en Colombia se encuentra en el 2.43% mensual. Lo cual indica, claramente, que están incurriendo en el delito de usura que, de acuerdo al artículo 305 del código penal, es castigado con cárcel.

Hay muchas modalidades cuando de préstamos informales se trata, entre ellos, está el llamado paga diario o gota a gota, en el cual la persona que adquiere el crédito debe pagar los intereses establecidos por el prestamista a diario, es decir, si la persona solicita un préstamo por un monto de $500.000, debe pagar diariamente $10.000 hasta la fecha establecida para el pago de capital. Si el crédito fue solicitado a un mes, esta persona deberá pagar en total $300.000 de intereses.

Esta modalidad de crédito informal, aparte de ser bastante onerosa para el prestatario, tiene un riesgo asociado: en muchos casos, los prestamistas para recuperar sus recursos recurren a medios coercitivos ilegales que pueden atentar contra la integridad del deudor o la de sus seres queridos.

De acuerdo a un informe del diario EL TIEMPO “Ni la Policía ni la Superintendencia Financiera tienen cifras claras sobre las millonarias sumas de dinero que se mueven en el mundo ilegal de los créditos, en gran medida porque los ciudadanos no denuncian los abusos y acceden al pago de altos intereses.

Queridos lectores es momento de preocuparse por su educación financiera, de identificar bajo qué condicionamientos y creencias han ido construyendo su relación con el dinero. Tomen la decisión de organizarse y responsabilizarse de su futuro, de su tranquilidad y bienestar. De esta manera, nunca contemplaran la idea de acudir a este tipo de crédito informal.

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