Desde hace algún tiempo, una de las personas a las que asesoro me viene comentando que, aunque tiene un trabajo “estable”, con un buen ingreso mensual, su salario es devorado por el banco en razón a las altas cuotas que debe pagar por los créditos que adquirió.
Con independencia de lo anterior, la relación de esta persona con el banco es la mejor. El banco está feliz con ella, incluso, cada tanto, la llaman para ofrecerle nuevos productos, o, lo que es mejor, se los incluyen en el portafolio (por ejemplo: crédito rotativo, aumento de cupo de tarjetas de crédito entre otros) para que los tenga a disposición cuando a bien requiera utilizarlos. “Todo servido en bandeja de bandeja de plata” como diría mi abuela.
Esta experiencia, me hizo pensar que existen perfiles que cumplen con todos los requisitos para ser los mejores CLIENTES DE TODOS LOS BANCOS:
– Jamás han entrado en mora con el banco, hacen religiosamente sus pagos y algunos son descontados por la derecha mediante la modalidad de libranza.
– Si bien tienen algunos “activos” su nivel de endeudamiento es demasiado alto. Los pagos de deudas superan el 30% de sus ingresos.
– Su cupo de las tarjetas de crédito es alto y siempre esta full, difieren a varias cuotas sus compras, no realizan pagos totales sino tan sólo el de la cuota mínima y, al mes siguiente, vuelven a llenar el cupo.
– Cada cosa que compran conlleva a una deuda adicional.
– No se han preocupado por entender los números, por lo cual, cuando quieren adquirir nuevas cosas, no tienen inconveniente en refinanciar deudas y los bancos están ahí para “hacer realidad sus sueños”.
– Gastan todo lo que ganan y un poquito más.
– No tienen un plan financiero.
– No son conscientes de sus malos hábitos de consumo.
Si bien es cierto, los bancos existen para contribuir al progreso de las personas, como bien lo dicen en sus comerciales: “brindando soluciones innovadoras y acompañamiento a cada cliente, en el logro de sus sueños y los de su familia”, también lo es que, más allá de fidelizar al cliente, su preocupación no se extiende al buen o mal manejo que éste haga de sus finanzas personales, lo que confirma que la responsabilidad de nuestro bienestar financiero depende únicamente de nosotros mismos.
La persona que me inspiró para escribir este post, no quiere ser más la consentida del banco. Sabe que el proceso de salir de deudas y lograr tomar el control de sus finanzas, no es algo que se logre de la noche a la mañana, por el contrario, debe trabajar con mucho compromiso, disciplina y perseverancia. Pero, lo más importante es que encontró el propósito que realmente la motivó a dar el primer paso en pro de su futuro financiero y el de su familia.
Y ahora te pregunto ¿has evaluado si eres el perfil del mejor cliente de los bancos?
Es cierto, como ganamos gastamos… y mas. Excelente como todos tus artículos.