José y Paulina son padres de dos hijos, su única fuente de ingresos son los salarios que reciben como empleados en una empresa para la cual laboran hace varios años.  Sin embargo, debido a la crisis, que se vive a nivel mundial, se encuentran preocupados, ya que saben que podrían quedarse sin empleo en cualquier momento.

Revisando sus números, José y Paulina se dan cuenta que gastan todo lo que ingresan, tanto en su manutención, como en el pago de sus deudas; ellos no acostumbran a hacer provisiones, no cuentan con un ahorro, o con un fondo de desempleo, o fondo de emergencias, ni mucho menos, con un plan financiero de vida, así que, les será muy difícil subsistir sin recibir su salario.

Por otra parte, están Emilio y Rosario, ellos tienen dos hijos y,  al igual que José y Paulina, son empleados, su salario es su principal, pero no la única, fuente de ingresos. Hace algún tiempo que Emilio y Rosario han estado educándose financieramente y han logrado consolidar un negocio online que va rindiendo sus frutos. Sin duda, ellos también piensan en los impactos de la crisis actual, pero, a diferencia de José y Paulina, no se encuentran preocupados, sino ocupados revisando su plan financiero de vida, y las alternativas que tendrían en caso de que alguno o los dos perdiera su empleo.

Emilio y Rosario también están revisando sus números, su buena organización y administración les ha permitido suplir sus gastos mensuales, hacer provisiones, tener su ahorro, su fondo de desempleo y de emergencias, con lo cual saben que, si en este momento la crisis los dejara sin empleo, tendrían aproximadamente 6 meses de gastos cubiertos.

Estos dos ejemplos nos permiten ver las dos caras de la crisis, todo depende de la mentalidad que tengamos. Si te identificas con José y Paulina es posible que para ti la crisis signifique estancamiento pero, si te identificas con Emilio y Rosario, podrás ver la crisis como una oportunidad.

En el primer caso, la falta de un plan financiero de vida ha hecho que José y Paulina se conviertan en apaga incendios, vivan el día a día, y estén en el círculo vicioso de trabajar, recibir sus ingresos para pagar deudas, gastar y volverse a endeudar. Lo que sin duda hace que, en la crisis actual, se sientan bastante vulnerables.

En el segundo caso, tener un plan financiero de vida les ha permitido a Emilio y Rosario contar con recursos que, sin duda, les ayudarán a minimizar los impactos negativos de la crisis, y aprovechar este tiempo para analizar los nuevos desafíos a los que están dispuestos a enfrentarse en busca de las nuevas oportunidades, las que requerirán que hagan cambios estructurales en sus vidas.

Ya sea que nos identifiquemos con la situación de la primera o de la segunda pareja, necesitamos entender que, a lo largo de los años, el mundo ha atravesado muchas crisis y esta no será la última que vivamos.

 “No es el más fuerte de las especies el que sobrevive, tampoco es el más inteligente el que sobrevive. Es aquel que es más adaptable al cambio.”  

Esta frase de charles Darwin, resume lo que necesitamos hacer con diligencia, para aprovechar la ola de oportunidades que vienen con las crisis: “adaptarnos al cambio”.

Ahora bien, adaptarse al cambio no es algo que se logre de la noche a la mañana, es un proceso al cual necesita dedicar toda la energía, por ello quiero compartirte tres aspectos en los que debes trabajar para lograrlo:

i) nueva mentalidad.  Afirmaciones negativas como no tengo tiempo, no sé hacerlo, no tengo dinero, no puedo, nos llevan a estancarnos financieramente. Ten en cuenta que las palabras controlan tus creencias, las creencias controlan tus decisiones y las decisiones controlan tus resultados. Así que, para cambiar tus resultados debes empezar por cambiar tus palabras. Necesitas educarte y reprogramarte financieramente.

ii) Nuevas Habilidades. Sobrevivir a los nuevos tiempos implica que no es posible depender de una solo fuente de ingresos, y mucho menos si esta viene de un empleo. Hoy en día existen múltiples alternativas de generar ingresos, así que empieza por reconocer cuáles son tus talentos, y desarrollar nuevas habilidades que estén relacionadas con cosas que realmente te guste hacer, para posteriormente enfocarte en la forma de monetizarlas.

iii) Nuevos Hábitos. Definitivamente el éxito en cualquier área de la vida es el resultado de la práctica de buenos hábitos. Así que, si estás dispuesto a mejorar tu economía, necesitas empezar a implementar hábitos como: elaborar un plan financiero de vida, ahorrar mínimo el 10% de tus ingresos con fines de inversión, estructurar, ejecutar y auditar tu presupuesto, crear tus fondos de desempleo y emergencia, gestionar tu cronograma de tiempo, entre otros.

Ten presente que el agobio, la queja y la autocompasión no harán que las cosas cambien, así que enfócate en trabajar en estos tres aspectos que, sin duda, te ayudarán a ser responsable de tu presente y futuro bienestar financiero, y a poder subirte a la ola de oportunidades que traen las crisis.