Cada vez que va al supermercado, Pedro siente deseos compulsivos de comprar cosas que realmente no necesita.

Por su parte, Catalina es de aquellas que, a la menor provocación, saca la tarjeta de crédito.

Por aquí está Jaime quien, cuando necesita dinero, empeña sus pertenencias comprometiéndose a pagar altos intereses.

También vemos a Daniel quien siente que no logra ganar el dinero suficiente, para llevar el estilo de vida que desea.

Acá tenemos a Rosa, quien es de las personas que ganan cada vez más y nunca le es suficiente.

Además de ellos, está Rolando, una persona que gana bien, gasta bien lo que gana, pero no sabe cómo hacer que su dinero crezca.

Y, por último, Darío quien gana bien, gasta razonablemente, supuestamente sabe hacer crecer su dinero, pero se expone a riesgos que, en un abrir y cerrar de ojos, le podrían hacer perder todo, o gran parte, de su patrimonio.

Estos son algunos ejemplos de personas que claramente necesitan desarrollar su inteligencia financiera.

La inteligencia financiera es un conjunto de habilidades que nos permite resolver o evitar futuros problemas financieros. Muchas personas pueden pensar que no tuvieron la suerte de nacer con ella y que nada pueden hacer, pero, realmente la inteligencia financiera es algo que se aprende, se desarrolla, lo demás son solo excusas que retrasan el proceso de mejora de tus finanzas.

En su libro “incrementa tu IQ financiero: sé más hábil con tu dinero”, Robert Kiyosaki afirma que todos tenemos problemas de dinero, pero que más que tratar de ignorarlos o fingir que no los tenemos, debemos enfrentarlos y tratar de buscar una solución, ya que cada problema que vamos resolviendo nos hará más listos y nos ayudará a desarrollar nuestra inteligencia financiera.

Dar solución a un problema financiero no consiste en crear uno más grande, por ejemplo una persona que no cuenta con fondos suficientes para cubrir su nivel de vida, decide acudir siempre al crédito para cubrir su déficit, lo que con seguridad le generará un problema mayor, porque siempre estará -cómo se dice en el argot popular- “tapando un hueco con otro hueco” y al final se encontrará angustiado, estresado y “pagando escondederos de a peso” para no dejarse ver de los acreedores y sus abogados.

Para resolver un problema financiero hay que revisar las causas que lo están generando y encontrar las acciones a seguir para erradicarlo definitivamente. Es posible que, como en el caso anterior, el problema radique en los malos hábitos de consumo, si ésta persona tomara su tiempo para analizar la situación, desenmascarara los malos hábitos y se comprometiera a cambiarlos por buenos, estaría dando una solución a su problema y, en esta medida, haciéndose más inteligente financieramente.

Ahora bien, algunas personas creen que su problema es la falta de dinero, pero realmente el problema es la falta de inteligencia financiera. Cualquier persona Puede ganar mucho dinero, porque es muy buena en lo que hace, pero eso no es suficiente para que pueda mantenerlo y multiplicarlo.

Entonces ¿cómo logramos desarrollar nuestra inteligencia financiera? ¡educándonos financieramente!

Uno de los principales paradigmas que tienen las personas con respecto al tema es pensar que el manejo de las finanzas personales solo se les facilita a las personas que estudiaron finanzas, pero la realidad es que la educación tradicional, independientemente de la carrera que estudies, no se preocupa por educarte financieramente.

son muchos los profesionales que conozco en el área de ciencias económicas (contadores, economistas, financieros, administradores de empresa) que no tienen ni idea de cómo manejar sus finanzas personales. 

Necesitamos entender que todos estamos en el juego del dinero nos guste o no, nos equivocamos al pensar que las decisiones financieras solo las toman las personas que hacen grandes negocios o inversiones. Todos debemos tomar decisiones financieras a diario, por ejemplo: tomar un bus o tomar un taxi para ir a trabajar, llevar almuerzo de casa o almorzar en restaurante, pasar la tarjeta de crédito a 24 meses para comprar el celular que quiero, entre otras.  Parece simple, pero esas son decisiones financieras que nos llevarán por la vía del bienestar y progreso o nos llevarán al agobio y la intranquilidad financiera.

Así que no importa en qué etapa de la vida te encuentres, quizá eres soltero, estas comprometido, casado con hijos, casado sin hijos, padre soltero, o cualquier otra etapa que se me escape en este momento, lo importante es que tengas claro que la educación financiera te da las técnicas para entender, aprender y lograr, el manejo del dinero desde el ser, el hacer y el tener, partiendo de la realidad en la que vives y centrando la atención en: ¿a dónde quieres llegar?

Cuando nos educamos financieramente vamos almacenando herramientas para utilizar al momento de asumir los problemas financieros. La práctica hace al maestro, entre más problemas resolvamos, seremos más expertos en el tema, a su vez, vamos a poder enfrentar problemas cada vez más complejos y, por consiguiente, nuestra inteligencia financiera será mayor.

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