Cuando tienes problemas en la forma en que organizas y administras tus finanzas, no es raro que cada fin de mes termines dándote golpes de pecho y auto engañándote al decir: “si ganara más dinero se resolverían todos mis problemas financieros”.
En varias ocasiones he compartido con personas que me comentan su preocupación por vivir siempre con saldo en rojo y que tienen, como única solución, ganar más dinero. Resulta que, a esas personas, se les ha hecho el milagrito: sus ingresos han aumentado, pero, a diferencia de lo que en algún momento pensaron con tanta “convicción”, es decir, tratar de sanear sus finanzas, sus “planes” han cambiado. Ellos han incrementado sus deudas porque decidieron, por ejemplo, comprar un nuevo carro, ya que, según ellos, lo necesitan para mejorar y mostrar un nivel acorde con su nuevo cargo o salario.
Ahora estas personas deben trabajar mucho más duro porque el aumento de salario no viene sólo, sino acompañado de mayor carga laboral y, cuando los he vuelto a encontrar, solo los escucho decir lo cansados que se encuentran, su saldo en rojo sigue ahí, les pesa aún más sobre sus hombros y, de nuevo, esperan que vuelva el milagrito, que reciban un nuevo aumento porque, según ellos, esta vez sí lo lograrán.
Visto lo anterior, ganar más dinero no es la solución, mientras estas personas no se concienticen que su problema no es la falta de dinero, sino los malos hábitos al administrarlo, no lograrán evolucionar en este proceso, seguirán auto engañándose y, de paso, llevando al abismo, no solo su futuro financiero, sino el de su familia.
Asumir con responsabilidad el control de tu flujo de efectivo, es vital en el proceso de conseguir unas finanzas saludables, pero, esto no es algo que se pueda lograr por arte magia, es necesario empezar a actuar, por lo cual quiero que tengas en cuenta algunos consejos, que se que te van a servir como guía en este proceso:
1. Lo primero que debes hacer, es tomar una foto a tus finanzas, es decir realiza un diagnostico de tu situación financiera, lo cual te permitirá saber realmente dónde te encuentras.
2. Creo que a la mayoría, nos ha pasado que cuando estamos subidos de peso a pesar de que la gente nos lo diga, nos rehusamos a aceptarlo, hasta que nos muestran esa foto en la cual todo queda revelado y entonces tenemos que enfrentar la realidad, de la misma manera sucede con nuestras finanzas, generalmente nos negamos a aceptar nuestra situación hasta que vemos esa foto y nos concientizamos del sobre peso de nuestros gastos y deudas.
3. El paso a seguir, no es lamentarse, sino por el contrario ir a la acción. Diseñar un plan para reducir deudas y tomar la decisión de cambiar tus malos hábitos de consumo hará la diferencia. En este punto, si lo consideras necesario, puedes buscar la guía de una persona con las competencias para ayudarte.
4. No esperes que las cosas se solucionen de la noche a la mañana, tendrás que enfrentar muchos altibajos y muchas veces una lucha entre quién eres y quien quieres llegar a ser, así que te recomiendo que busques una gran motivación que te mantenga en tu posición a pesar de los inconvenientes.
Tengo amigos que me dicen, estoy que le pido a Dios que me ayude para salir de mis rollos financieros y mi respuesta siempre es: tus oraciones serán escuchadas pero no olvides aplicar el proverbio popular “AYUDATE QUE YO TE AYUDARE”, porque nada sucederá si no demuestras iniciativa, compromiso, disciplina y perseverancia.