Eliana Bravo Vesga - primer salario

 

Has iniciado tu vida laboral. Aparte de la gran experiencia que vas a empezar a vivir profesionalmente, recibir el primer salario te genera una gran felicidad ¡vas a  tener por primera vez tu propio dinero!,  el que ganaste con el fruto de tu dedicación y esfuerzo.

Pensar en las muchas cosas que vas a poder hacer con tu primer salario, es una de las tareas que estoy segura has realizado, una y otra vez, durante ese primer mes de trabajo. Es verdad que mereces darte algún gustico por tu gran esfuerzo, no obstante, es importante que le bajes a la emoción y pongas a trabajar la razón.

Independientemente de la cantidad de dinero que ganes, este es un momento muy importante en tu vida, ya que tendrás dos opciones: empezar a tomar el control de tu dinero o por el contrario permitir que el dinero te empiece a controlar.

Si tomas la decisión acertada de aprender a organizar  tu dinero y vivir dentro de tus posibilidades, puedes estar seguro que, lo poco o mucho que ganes, siempre te alcanzará para todo. Por el contrario, si te empeñas en gastar, a rienda suelta, todo lo que ganas en cosas superfluas, y sin un plan establecido, terminarás haciendo parte de los que siempre están con saldo en rojo a fin de mes y esperando con ansia que llegue de nuevo el día de pago.

Así que,  te quiero dejar algunos consejos para que inicies con firmeza, desde el momento en que recibas tu primer salario, el camino de construcción de tu bienestar financiero.

– Lo primero que debes hacer es ponerte una meta clara de ahorro. No hay excusas para no ahorrar, toma este buen hábito desde el principio y no permitas que ningún gasto innecesario se interponga entre tú y tu meta.  Mínimo debes empezar con un 10% de tus ingresos. Pero, si aún vives con tus padres, aprovecha esta ventaja para ahorrar el 30%.

– Es muy importante tener claridad sobre cuáles son tus ingresos y tus gastos. No es lo mismo hacer un cálculo en tu mente, que realizar un ejercicio de presupuesto mensual detallado que sea tu derrotero.

Aprender a decir “NO”. Este es un principio básico para que no caigas en el error de gastar más de lo que ganas y para que no termines, gastando en cosas innecesarias, el dinero de tus gastos básicos o quizás dejándote envolver por el mágico mundo de las deudas.

Se cauto al momento de elegir quién te aconseje, ya que tener en cuenta un consejo inapropiado puede llevarte a deteriorar tus finanzas.

Sigue estas reglas básicas y descubrirás que no se necesita ser un experto para hacer rendir tu salario. Recuerda que: lo importante no es la cantidad de dinero que ganas, sino la forma cómo la administras.

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