Una de las misiones como entrenadora financiera es, partiendo de mi experiencia, ayudar y acompañar a otras personas en la búsqueda de su bienestar financiero. Tengo la oportunidad relacionarme con personas de diferentes países que están interesadas en encontrar ese bienestar, y curiosamente he notado un común denominador:
Todos están buscando generar nuevas fuentes de ingresos, en particular, porque el dinero que generan no les alcanza, y siempre se encuentran en saldo en rojo o, en el mejor de los casos, sus ingresos son iguales a sus gastos.
No es malo el deseo natural de tener más, por el contrario, lo ideal y más saludable para nuestras finanzas es no depender de una sola fuente de ingresos, sino contar con varias, para que, cuando una llave se cierre, otras sigan abiertas y así poder seguir adelante sin mayores traumatismos.
Sin embargo, tener muchas fuentes de ingresos no siempre es sinónimo de bienestar financiero. He realizado entrenamientos financieros con personas que, a pesar de tener seis y siete fuentes de ingresos, no tienen un control de su dinero. Esta situación hace que cada dólar que ingresa a sus bolsillos siga cayendo al agujero negro de sus múltiples gastos no identificados, es decir, su semáforo financiero permanece en rojo.
Debes tener claro que el flujo de efectivo tiene dos formas de mejorarse: por ajuste en gastos o por incremento de ingresos. No obstante, mi primera recomendación siempre será iniciar por un conocimiento detallado de los gastos, que te permita saber a dónde va a parar el dinero que recibes, y determinar en qué rubros podrías realizar ajustes en el momento en que lo necesites. Así, como se dice en el argot popular, podrás “tomar el toro por lo cuernos”, de manera que seas tú quien tenga el control del dinero.
Si hoy generas por ejemplo 2.000 USD al mes y vives quejándote de que no te alcanza esa suma para nada, pero no tienes idea de en qué la gastas, ¿qué te hace pensar que teniendo una gran fortuna las cosas cambiarán? Entonces, antes de pensar en tener más, empieza por hacerte un favor: cambia la queja por el agradecimiento y acciónate para aprender a tomar el control de lo que ya tienes.
Recuerda que los números cuentan historias, así que cuando asumes el control de tus finanzas, no sólo te das cuenta de en qué gastas tu dinero, sino de los malos hábitos financieros que han hecho parte de tu vida y que terminan siendo los principales saboteadores en la consecución de tu bienestar financiero. Por ejemplo: no tener un presupuesto, no ahorrar, comprar cosas que no necesitas, vivir pidiendo dinero prestado, entre otras.
Ahora bien, no solo se trata de aprender a generar nuevas fuentes de ingresos, sino que debes dar prioridad a tu educación financiera, con lo cual lograrás adquirir conocimientos del manejo de dinero en general y entender que éste no es un fin sino una herramienta necesaria para lograr tus propósitos de vida.
Así que de ahora en adelante te invito a cuestionarte ¿para qué quieres nuevas fuentes de ingresos? Querer generarlas sin un propósito definido hará que tu dinero se demore más en ingresar que en salir de tu bolsillo. Al no tener el control de tus gastos, ni una buena relación con el dinero, estas programado para que, en la medida en que generas más ingresos, tus gastos aumenten, alejándote de la anhelada tranquilidad y libertad financiera que sueñas tener.
Te invito para que compartas en los comentarios, ¿cuál o cuáles son los propósitos por los que estas dispuesto a generar nuevas fuentes de ingresos? Estaré muy complacida de leerte.