A efectos de este post, entendamos por solteros a aquellas personas que están en edad productiva, que aún no están casados y no tienen hijos. Independientemente de que esta etapa maravillosa de la vida se prolongue en el tiempo o sea interrumpida por las mieles del amor, debes tener presente que las finanzas bien manejadas serán una herramienta poderosa para desarrollar tus proyectos y cumplir tus sueños.
¡Construir nuestro futuro es el mayor desafío al que nos enfrentamos cada día! Si eres de los solteros que se engaña pensando que en esta etapa de la vida no tienes responsabilidades con nadie, permite que, con todo cariño, te baje de la nube, entérate que tienes una gran responsabilidad y es contigo mismo. Por eso te aconsejo aprovechar tu soltería, no solo para gastar todo tu dinerito y darte “la buena vida”, sino para cimentar financieramente bases sólidas para tu futuro.
Aprende a cuidar tu dinero, porque nadie lo hará por ti. Los amigos de farra siempre estarán al acecho y para ellos da lo mismo que sea lunes o viernes. No se trata de que no te diviertas, pero debes entender lo que es la moderación. Para que lo visualices te propongo un desafío: durante 30 días registra, religiosamente, cada uno de tus gastos de farra y salidas a comer fuera de casa, al finalizar haz el balance y, eso sí, antes de desmayarte, recuerda que ¡nunca es tarde para organizarte!
No es posible que cada vez que vayas al centro comercial y te choques con la vitrina en promoción, tu condición de soltera (o) influya para que te auto engañes diciendo: “puedo darme este gusto porque trabajo mucho, no tengo responsabilidades con nadie y me lo merezco”, estas compras compulsivas evidencian tus malos hábitos de consumo. Evalúa cuántas de estas cosas van a parar en tu armario o en tus cajones sin un propósito diferente a haber gastado tu dinero innecesariamente, esto te ayudará a establecer prioridades.
Podría seguir con una larga lista de gastos innecesarios que solemos realizar cuando no tenemos la disciplina de organizar nuestras finanzas, al no tener claro lo que entra y sale de nuestros bolsillos, estamos sentenciados a padecer en nuestro futuro económico.
Ahora, cuestiónate: ¿así como vives la vida loca en tu soltería, estas destinando un parte de tus ingresos al ahorro y la inversión? Recuerda que en esta etapa de tu vida, dónde aún “no tienes compromisos con nadie” deberías destinar el 30% de tu ingreso al ahorro y posterior inversión.
Toma la decisión de educarte financieramente. Cuando eres soltero, tienes una profesión y un trabajo “estable”, confías tanto en tu situación económica actual, que no te das a la tarea de prever tu bienestar financiero, así que, no permitas que tu “libertad actual” se convierta, en el futuro, en algo nocivo para tu bolsillo y tu salud. ¡Soldado prevenido no muere en guerra!