Muchas personas me han comentado que ellas tienen el buen hábito de realizar un presupuesto mensual, con el fin de llevar un control de sus finanzas. No obstante, al finalizar cada mes se sienten muy desanimadas por que se dan cuenta que su saldo termina en rojo, no encuentran razones que lo expliquen y en su concepto es algo que termina siendo frustrante.
Vamos hoy a trabajar sobre las causas que considero pueden llegar a abrumarlos, cuando sienten que han hecho un gran esfuerzo y que al final no ven ningún resultado, es posible que, si las analizan bien, descubran mínimo una en la cual se está presentando una falla en el control.
Tener un presupuesto es la primera parte de la tarea a realizar cuando queremos organizar nuestras finanzas, pero para completarla es necesario aprender que el ejercicio de presupuesto se divide en tres fases que debemos cumplir con honestidad y disciplina cada mes:
FASE I Estructurar el presupuesto
FASE II Ejecutarlo y hacerle seguimiento
FASE III Auditarlo
Cuando estructuran el presupuesto, es posible que aunque lleven un tiempo realizando el ejercicio, aún no tengan claro los rubros ni los montos correctos, así mismo, suele suceder que los gastos registrados estén relacionados con los que llamamos de mayor relevancia (arriendos, servicios, pago de deudas etc.), pero están menospreciando gastos diarios como la botella de agua, el café de la tarde, el taxi que tuvieron tomar porque se les pegaron las cobijas, entre otros, los cuales pasan casi inadvertidos en nuestro día a día, pero que sumados pueden hacer un gran grieta en nuestro presupuesto.
La FASE II, en la que entramos a gastar la platica (asumo que es la que más les gusta), debe ser monitoreada todo el tiempo, partamos de algo obvio, no tendría sentido dedicar el tiempo a estructurar el presupuesto si finalmente no lo vamos a tomar como la ruta a seguir, pero por experiencia les digo, siempre habrán desviaciones, por lo cual les aconsejo hacer un registro diario de gastos tal como lo mencioné en mi post APRENDE A IDENTIFICAR Y CLASIFICAR TUS GASTOS. Como todo en la vida, esto no es un hábito que se toma de la noche a la mañana, pero les recomiendo que lo intenten y no se den por vencidos ya que será la base para estructurar y ajustar sus presupuestos posteriores.
Finalmente, entramos en la fase de la verdad. Auditar el presupuesto, les permite comparar su plan contra su ejecución, aclaro que sólo si han hecho el ejercicio de la FASE II con honestidad, van a poder descubrir las desviaciones positivas o negativas que se han presentado en el mes, lo cual les permitirá para los próximos meses hacer los ajustes en los rubros de acuerdo a sus prioridades.
Teniendo en cuenta lo anterior, espero que se motiven nuevamente, pero tómenlo con calma, no se frustren si en el primer mes no logran lo que esperaban, si en realidad quieren un cambio radical en sus finanzas, se debe tener no solo el presupuesto sino lo más importante compromiso, disciplina y perseverancia.