Eliana Bravo Vesga - compras por impulsos

 

Cada día es más usual ver todo el tiempo vitrinas en “promoción” y  publicidad de mil artículos que no necesitamos realmente, así que, cuando no planeamos nuestras compras, podemos vernos envueltos en un mar de sentimientos cada vez que salimos de casa.

Suena cómico, pero cada vez que pasamos por una vitrina es como si los maniquíes cobraran vida y nos incitaran a entrar, al principio nos engañamos diciendo: “por preguntar el precio no me cobran”, luego, “no pasa nada si me mido la prenda”, rezamos algún padre nuestro para no caer en tentación, pero hay una voz interna que nos dice, “¡se te ve divino! Además, está en promoción y justo es de tu talla”, “es tan difícil en rebajas correr con tanta suerte”. Entonces,  nuestro yo racional sale al rescate y dice: “pero no tengo el dinero y realmente no lo necesito”, y la voz te recuerda que “existe el dinero plástico”, el que todo lo aguanta, así que al final no sirvieron de nada los rezos porque caíste en tentación del TARJETAZO en módicas cuotas.

Lo cierto es que por más de que tratemos de encontrarla, no teníamos una razón justificada para realizar esta compra, ni las demás que hacemos por impulsos, porque generalmente muchas de estas cosas van a parar a nuestros cajones o armarios, ya que, una vez adquiridas, pierden todo nuestro interés, precisamente, porque no las necesitábamos.

Adicionalmente y resalto que es la parte más complicada, después de ese momento de aparente satisfacción, viene sin duda el dolor de cabeza, ya que si bien es cierto, las tarjetas y otros instrumentos de crédito, nos invitan a comprar cualquier cosa que se nos antoje, no nos exime de la responsabilidad de pago del precio incluidos los intereses correspondientes, por lo cual ni siquiera se está aprovechando la rebaja, ya que este costo puede incluso hacer que la compra termine valiendo más que si la hubiésemos comprado al precio pleno.

La falta de planificación facilita la adicción a la compras y al endeudamiento. Cuando compramos sin planificación somos propensos a adquirir productos o servicios que no necesitamos aumentando nuestro nivel de gasto.

Si deseas realmente romper con estas adicciones, que te alejan cada vez más de tu tranquilidad y bienestar, te dejo algunos consejos, para que inicies el hábito de planificar tus compras:

1. Realiza un listado de todas las cosas que quieres comprar.

2. Clasifica el listado dándole un orden de acuerdo a lo que realmente es importante y prioritario para ti, así vas a tener claro tu objetivo.

3. Revisa el valor del producto o servicio para que tengas una idea del monto a provisionar.

4. Revisa tu presupuesto mensual para que puedas visualizar en cuanto tiempo podrías comprarlo de acuerdo a tus posibilidades reales.

5. Finalmente, incluye en tu presupuesto un rubro de provisiones en el cual vas a reservar el valor mensual que puedes destinar para esta compra, sin que esto afecte tu economía.

Nota final: Si eres comprador (a) compulsivo (a) evita salir con la tarjeta de crédito a la mano para no caer en tentación.

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