Hace unos días, leyendo un artículo de Raimon Samsó, me encontré con la siguiente reflexión: «Somos la suma de todas nuestras decisiones anteriores. El día de hoy es un resumen de todas las decisiones que tomamos ayer y anteayer. Cuando alguien se pregunta “¿Cómo he llegado a esto?”, debería repasar la larga lista de elecciones que ha tomado en los últimos años. Y quien se pregunte: “¿Cómo será mi vida en el futuro?”, debería examinar las decisiones que toma hoy en adelante. Como dice el adagio: una cosa lleva a otra. Por todas estas razones, aprender a tomar decisiones es una habilidad fundamental en la vida que puede aprenderse»[i].
Lo anterior me hizo recordar que muchas personas van por ahí renegando de la situación financiera que les “toca” llevar. Los bancos no paran de llamarlos -y no precisamente para saludarlos-, el dinero que ganan nunca es suficiente, viven atrapados en el círculo vicioso de estar en saldo en rojo a fin de mes y, por consiguiente, en un nivel de intranquilidad y estrés que repercute negativamente en su salud física y mental.
Con independencia de la etapa de la vida en la que nos encontremos, diariamente todos hemos ido tomando buenas o malas decisiones financieras que, sin duda alguna, nos han llevado a la posición en la cual nos encontramos hoy.
Para quienes han tomado malas decisiones financieras, lo fácil es buscar siempre culpables y encontrar justificaciones que, de alguna manera, les den un poco de sosiego. Sin embargo, ¿en cuántas ocasiones realmente se dedican el tiempo para examinar las decisiones que los llevaron a la posición que hoy los hace sufrir? Más importante aún, ¿qué nuevas decisiones deben tomar para dar un giro y mejorar su futuro financiero?
El problema no es haber tomado malas decisiones financieras, puesto que el hecho de errar conlleva la posibilidad de aprender. Lo malo es que, teniendo la certeza de ir directo al abismo financiero afectando todas las áreas de su vida, decidan continuar por el mismo camino.
Raimon Samsó afirma que “aprender a tomar decisiones es una habilidad fundamental en la vida que puede aprenderse”, y esto se reafirma en las finanzas personales. Cuando nos educamos financieramente obtenemos una nueva visión del dinero, pudiendo enfrentarnos a la vida con herramientas sólidas para la toma de buenas decisiones financieras. ¡Y tú, qué esperas para iniciar tu formación financiera!
Imagen: Pixabay
[i] http://www.supercoaching.es/por-que-somos-la-suma-de-todas-nuestra-decisiones/