Retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables, es más cotidiano de lo que parece.

Tratándose de finanzas personales, procrastinar es un hábito muy común en  las personas. Todos sabemos que la organización financiera es un tema que se debe atender con prioridad, ya sea porque se esté al borde del abismo financiero, porque ya se cayó en él, o porque se necesita salir de la zona de confort para mejorar.  Sin embargo, la mente percibe esta tarea como algo tedioso, aburrido o abrumador, lo que hace que se posponga por actividades que resulten menos estresantes.

Con frecuencia escucho frases como: “quiero empezar a organizar mis finanzas pero no dispongo de tiempo”, “debo hacer mi presupuesto, pero mañana empiezo”, “sé que no debo seguir endeudándome con la tarjeta de crédito, pero esta es la última compra que hago”. Estoy convencida que si no se toma la decisión de empezar hoy, mañana tampoco se hará, ni la otra semana, ni el año que viene.

Son diversas las razones por las que se decide procrastinar cuando se trata de organizar y administrar las finanzas personales, pero éstas razones no son más que excusas por el  miedo de enfrenarse a la  realidad y evitar, a toda costa, este momento incómodo.

Esperar a que los problemas financieros se resuelvan por sí solos,  posponiendo o procrastinando la decisión de organizarnos y tomar el control de las finanzas, solo hará que las cosas se pongan más difíciles con el tiempo.

¡Tú eres el único responsable de tu bienestar financiero! Nadie podrá hacer esa tarea por ti.  Si, por ejemplo, año tras año, te das cuenta que tus resultados financieros decaen, que tus deudas aumentan de forma exponencial y tu calidad de vida se ve afectada, es conveniente hacer un alto y visualizar: ¿cómo serán las cosas si continúas por el mismo camino?, y ¿cómo serían si pudieras ponerle fin a esta situación?

Te dejo cinco tips (consejos) que puedes empezar a poner en práctica para dejar de procrastinar, cuando de la organización de tus finanzas se trata:

1. Déjate de excusas: es posible que pienses que estás muy joven y aún tienes mucho tiempo por delante para organizar tus finanzas, o, por el contrario, encuentres una excusa en el hecho de que ya estás mayor y es tarde para aprender a controlar tu dinero. A partir de hoy ponte en la tarea de identificar y eliminar esas excusas que te das para no empezar la tarea. Las excusas te dan una sensación de tranquilidad inmediata, sin embargo, el único resultado que obtendrás con esto es mantenerte estancado y convertirte en una persona quejumbrosa y resentida.

2. Establece un objetivo: En las finanzas como en cualquier área de tu vida, cuando no tienes un objetivo que quieras alcanzar, se te hace más fácil procrastinar ya que no tienes un enfoque claro, así que, debes convertir tus buenas intenciones en objetivos e ir a la acción. Recuerda que tu objetivo debe ser específico, medible, alcanzable, realista y con un tiempo definido. Escríbelo en una hoja y pégalo en un lugar visible, para que lo tengas presente en cada momento, también coméntalo a una persona de tu confianza, para que así tu compromiso por cumplirlo sea mayor.

3. Busca una motivación: en la consecución de tu objetivo, sin duda vas encontrar diferentes situaciones y circunstancias que te pondrán en la posición de desistir del mismo. Cuando todo se complique ¿qué hará que no mueras en el intento? Tu objetivo debe estar acompañado de UNA GRAN MOTIVACIÓN. Cuando tienes claro el motivo o la razón de tu lucha, no habrá viento ni marea que te haga abandonar o cambiar de rumbo, ya que esta motivación es la gasolina que necesitas a diario para que tu motor te siga impulsando hasta llegar al objetivo.

4. Organízate: una de las razones por la que puedes caer fácilmente en la procrastinación es no saber administrar tu tiempo, es importante que empieces a organizar tu agenda diaria y que incluyas dentro de tus actividades las acciones o tareas que debes realizar para encaminarte al logro de tu objetivo en el tiempo establecido.

5. Haz auditoría: este es un punto clave para eliminar el síndrome de procrastinación. En palabras de Peter Drucker “lo que no se mide, no se controla, y lo que no se controla, no se puede mejorar”. Es decir, necesitas comparar el plan contra la ejecución, debes estar pendiente tanto de los avances como de las desviaciones que vas teniendo en la consecución de tu objetivo, e implementar las acciones correctivas que te ayuden a mejorar y seguir avanzando.

Tu crecimiento a mediano y largo plazo debe primar sobre tu miedo a confrontar aquello que no es grato. Recuerda: todos somos el resultado de nuestras propias decisiones y postergar o procrastinar también es una decisión.

 

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